Cómo entender un vino: de la uva a la botella

Hablar de vino puede parecer complicado, lleno de palabras raras y etiquetas que intimidan. Pero en realidad, entender un vino es como entender una buena historia: saber de dónde viene, qué lo hace único, y qué te quiere decir en cuanto lo pruebas.


Así que no te preocupes por decirlo “bien”. Aquí no hay catas de nariz en alto. Solo ganas de entender qué tienes entre manos (y en copa).

 

¿Qué significa joven, crianza o reserva?

Lo habrás visto en muchas etiquetas. Y sí, suena técnico pero es bastante simple:

  1. Vino Joven

    Es el más fresco, directo, sin paso por barrica (o muy poco). Se embotella y se bebe pronto. Sabe a fruta, a campo, a uva sin maquillaje. Ideal para quien busca algo ligero y sin complicaciones.
    
  2. Crianza

    Aquí ya hay algo más de historia. Este vino ha pasado al menos 6 meses en barrica (normalmente de roble), lo que le da más cuerpo, un color más intenso y sabores como vainilla, especias o madera.
    
  3. Reserva

    Más tiempo en barrica y en botella antes de salir al mercado. Es un vino que se ha tomado su tiempo. Tiene estructura, complejidad, capas. Un vino para quien le gusta saborear despacio, sin prisa.
 

¿Y qué pasa con las uvas?

Así empieza todo. La uva es el alma del vino y, aunque hay cientos de variedades, hay algunas que te vas a encontrar una y otra vez, especialmente en el vino Español. Vamos con las más comunes.

  1. Tempranillo

    Equilibrada, versátil, sabrosa. Está en los Rioja, Ribera del Duero y muchos más. Sabe a fruta roja, a ciruela, a tradición.

  2. Garnacha

    Más ligera. Da vinos más afrutados, suaves y fáciles de beber. Ideal para quienes quieren tintos con menos peso y más alegría.

  3. Verdejo

    Reina de los blancos en Rueda. Fresca, con un toque herbal, perfecta para tomar bien fría. 

  4. Albariño

    El más típico de Galicia. Blanca, con acidez y un punto salino. Ideal con marisco.
 

Ahora que ya conoces lo esencial sobre tipos de vino y uvas, viene lo más importante: cómo compartirlo con otros.

Porque entender un vino está bien, pero saber presentarlo, servirlo y acompañarlo con estilo es lo que convierte una copa en una experiencia.
Vamos con la siguiente sección → el arte de servir bien un vino. 🍷
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